La desertificación nos lleva a la pobreza con todas sus consecuencias sociales, económicas y culturales. La pobreza lleva a la población a sobre explotar los recursos restantes de la zona volviéndose así un circulo vicioso y acelerando la degradación de la tierra aún mas. La pobreza es tanto una causa como consecuencia y afecta el estilo de vida de la población.
Debilita la población y las instituciones y las hacen más vulnerables a los problemas económicos globales. La persistencia de la sequía y la desertificación reduce la producción alimenticia nacional y promueve la necesidad de recurrir a los productos extranjeros. Por otra parte, la ayuda alimenticia con el tiempo puede conducir a una reducción de la producción agrícola local, sobre todo si se hace más costoso de producir localmente que recurrir a los productos importados que se distribuyen de forma gratuita por la comunidad internacional.
La sequía y la disminución de la fertilidad del suelo lleva a la migración de la población rural. Esto crea problemas en el ambiente urbano, así como en las zonas rurales aún no afectadas por la degradación de la tierra. El crecimiento exagerado de los centros urbanos conduce a una disminución en el presupuesto destinado al desarrollo rural.
Las poblaciones rurales suelen perder sus posesiones durante la sequía severa.
La desertificación puede llevar a comunidades enteras a migrar hacia las ciudades o regiones donde las condiciones de supervivencia son mejores, sin embargo estas personas suelen terminar en viviendas precarias, que suelen ser ilegales, y a veces son victimas de conflictos étnicos o religiosos .Los inmigrantes se ven obligados a asentarse en barrios marginales urbanos, mientras que las zonas rurales se vuelven desiertas.
La desertificación no sólo afectan a los países en desarrollo, sino también a los países desarrollados, esto se debe a la inmigración de personas forzadas a abandonar sus tierras ya que estas se vuelven inadecuados para el cultivo.
La desertificación también alienta instabilidad política y ha jugado algún papel en el desencadenamiento de una decena de los conflictos armados actualmente en curso en las tierras secas.
El desplazamiento y la migración de los refugiados después de la guerra o de una catástrofe natural, tiene consecuencias desastrosas para el medio ambiente (deforestación, explotación de los recursos naturales), acelerando el proceso de la desertificación.
Me parece que la versión de lo que sucederá a futuro a raíz de la presión demográfica sobre los recursos del sector primario son muy válidos para ser tratados en este espacio.
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